Ocaña 5 de enero de 2015.
En enero de 2012, cuando vimos al propio Alcalde Jesús Sánchez Clavijo montado en el carro de Bomberos echando agua, creímos que todo estaba perdido. 2013 y 2014 serían la misma cosa, descontrol, despilfarro de agua y anarquía.
Sin embargo, de las discusiones en redes sociales, de las interesantes reuniones con personas interesadas en cambiar la realidad y de iniciativas válidas salidas desde la ciudadanía, se logró presionar de forma tan certera que éste 2015 la situación logró acomodarse.
Si bien, el Alcalde no tiene autoridad moral para hablar de mejores y sanas fiestas, la coyuntura ambiental que vivió el país en 2014 y de los problemas de sequia vistos en Norte de Santander y varios municipios que entraron en alerta naranja, el llamado por ejemplo, que hicimos desde el Cabildo Abierto para evitar despilfarro de agua, fue atendido efectivamente por la Administración actual prohibiendo el uso irracional de agua en las festividades del 4, 5 y 6, con resultados positivos en la “forma de celebración”
Las constantes quejas virtuales, las iniciativas como la Zona Cero y el Go To Run, son importantes manifestaciones que a la Administración Municipal le cayeron como anillo al dedo.
El 2014 fue un año decisivo para que se diera un primer paso, etapa ésta que debe entenderse como un proceso del cual los sucesores del actual Alcalde deberán tenerlo muy pendiente y lograr, no solo con decretos de legal unilateralidad, si no de legitima convergencia entre todos los sectores involucrados seguir transformando las fiestas carnavalescas de nuestra ciudad Ocaña.
Sin embargo, de las discusiones en redes sociales, de las interesantes reuniones con personas interesadas en cambiar la realidad y de iniciativas válidas salidas desde la ciudadanía, se logró presionar de forma tan certera que éste 2015 la situación logró acomodarse.
Si bien, el Alcalde no tiene autoridad moral para hablar de mejores y sanas fiestas, la coyuntura ambiental que vivió el país en 2014 y de los problemas de sequia vistos en Norte de Santander y varios municipios que entraron en alerta naranja, el llamado por ejemplo, que hicimos desde el Cabildo Abierto para evitar despilfarro de agua, fue atendido efectivamente por la Administración actual prohibiendo el uso irracional de agua en las festividades del 4, 5 y 6, con resultados positivos en la “forma de celebración”
Las constantes quejas virtuales, las iniciativas como la Zona Cero y el Go To Run, son importantes manifestaciones que a la Administración Municipal le cayeron como anillo al dedo.
El 2014 fue un año decisivo para que se diera un primer paso, etapa ésta que debe entenderse como un proceso del cual los sucesores del actual Alcalde deberán tenerlo muy pendiente y lograr, no solo con decretos de legal unilateralidad, si no de legitima convergencia entre todos los sectores involucrados seguir transformando las fiestas carnavalescas de nuestra ciudad Ocaña.
M. Alejandro Lemus Mejia
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