Preocupados varios sectores de
Colombia por la resolución 0433 de 2013 de la ANTV[1]
, en especial las comunidades organizadas para la prestación de la televisión comunitaria.
En Ocaña, las directivas y los asociados a la televisora local T.V San Jorge
han expresado su rechazo a las pretensiones de la citada resolución que a todas
luces pretende limitar y restringir el derecho a la asociación y las libertades
contempladas en la constitución.
Los gobiernos capitalistas y pro-yanquis
elegidos en las últimas décadas en nuestro país, han demostrado plena
identificación con la destrucción de las formas de asociatividad, de cooperativismo,
de defensa de lo Público con clara tendencia hacia la mercantilización y comercialización
de todos los derechos fundamentales de los colombianos. Luego de ver lo que sucede con la Salud, se
viene el puntillazo a la televisión comunitaria para detener su crecimiento y
su posible expansión sobre los intereses comerciales de las grandes empresas
nacionales y extranjeras.
El Consejo Nacional de Televisión
Comunitaria envió un fuerte comunicado expresando que la “Resolución 0433 de 2013, es ilegal e inconstitucional,
niega a las comunidades el derecho a acceder en condiciones de igualdad al
espectro electromagnético; viola el derecho de asociación y participación
ciudadana y protege a la televisión comercial cerrada al recortar el
derecho a las comunicaciones de las comunidades organizadas”, exigen además la
derogatoria de dicha resolución y denuncia que a pesar de los foros regionales realizados
por la ANTV, lo dispuesto en dicha resolución no representa las solicitudes de
las comunidades y van en contravía de sus intereses asociativos. El comunicado
advierte a todas las organizaciones a defender los procesos comunitarios y
aclara que la CNTV emitió un Acuerdo en el cual el número de
suscriptores es del doble que pretende la nueva ANTV[2].
Lo que dice la resolución 433 de
2013.
Explícitamente el artículo 10 de
este adefesio administrativo, exige que la cantidad de suscriptores no debe
superar los 6.000, dado que el acuerdo de
promoción comercial (TLC) entre Colombia y los Estados Unidos así lo indica.
Además, la aprobación de la prorroga o nueva licencia será por parte
exclusivamente de la ANTV siempre y cuando los suscriptores no excedan los límites
fijados, en tal caso se suspenderá la licencia a quien solicite prorroga.
En resumen, la nueva
reglamentación pretende fijar duras exigencias con retroactividad que lograrían
limitar a las comunidades ya organizadas, arreglándole de paso el camino a las televisoras
comerciales que lleguen a invertir en las regiones, destruyendo el carácter cívico;
democrático y comunitario de las organizaciones en Colombia accediendo al
capricho de la globalización y en detrimento de la clase trabajadora,
cumpliendo el mandato alienante del formato capitalista mundial.
Nos dedicamos a criticar en
Venezuela, a un gobierno que cancela licencias a empresas comerciales televisivas
para crear televisoras públicas y comunitarias en su lugar. Aun así, en Colombia
hacen lo contrario y somos el país más feliz del mundo. Despertemos!!
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