Esa es la apreciación que logra vislumbrarse faltando dos meses para el inicio de carnaval. En declaraciones el Alcalde de Ocaña, dice que no se prohibirá el uso de agua ni se harán cortes del servicio, pues la estrategia es la sensibilización frente al problema del preciado liquido.
Recordemos que el Alcalde, en el año 2012 estuvo celebrando carnavales a bordo de un carro de bomberos, estimulando el derroche de agua por todas las calles de Ocaña, cosa que al parecer determinó que este año no se tomaran medidas drásticas en el tema ambiental. Lo que se nota de esta situación, es el temor de la administración municipal frente a medidas anti-populares como la prohibición al derroche de agua los tres días de carnaval. El Alcalde sabe, que no tiene ninguna autoridad moral para hacerlo y mucha gente lo cuestionaría por tomar medidas de ese tipo.
Y estas medidas, aunque antipopulares son necesarias para llevar a un nivel más adecuado las celebraciones del carnaval, integrando otro tipo de actividades y generando espacios musicales más amplios y menos excluyentes y monótonos como los conciertos donde se estratifican las entradas y se cobran elevados precios por los productos por ver siempre los mismos artista un 4 de enero avalados por el primer mandatario con dudosos decretos municipales que favorecen a ciertos empresarios.
Recordemos que el Alcalde, en el año 2012 estuvo celebrando carnavales a bordo de un carro de bomberos, estimulando el derroche de agua por todas las calles de Ocaña, cosa que al parecer determinó que este año no se tomaran medidas drásticas en el tema ambiental. Lo que se nota de esta situación, es el temor de la administración municipal frente a medidas anti-populares como la prohibición al derroche de agua los tres días de carnaval. El Alcalde sabe, que no tiene ninguna autoridad moral para hacerlo y mucha gente lo cuestionaría por tomar medidas de ese tipo.
Y estas medidas, aunque antipopulares son necesarias para llevar a un nivel más adecuado las celebraciones del carnaval, integrando otro tipo de actividades y generando espacios musicales más amplios y menos excluyentes y monótonos como los conciertos donde se estratifican las entradas y se cobran elevados precios por los productos por ver siempre los mismos artista un 4 de enero avalados por el primer mandatario con dudosos decretos municipales que favorecen a ciertos empresarios.
Un decreto prohibicionista no bastaría para consumar una transformación de los carnavales en Ocaña, pero la voluntad política para hacerlos gradualmente más viables para toda la población es un tema que no parece importarle a esta administración municipal.
Alejandro Lemus.
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