La cabalgata Ocañera

Desde tempranas horas, los animales se alistan para la tradicional cabalgata en Ocaña. Unos ya vienen despiertos del día anterior, otros se empujan los primeros tragos mientras se acalora el día. En el establo, los protagonistas del evento esperan un día duro, tendrán que llevar en sus lomos a los light de pipas pesadas, unos 20 litros de cerveza y 40 kilos de mierda.

En la calle ya, el primer caballo relincha con energía, Chola el concejal responde y el Alcalde ronqueto les rebuzna. -Que saquen al burro grita la gente, que se va a tirar el espectáculo, pero al burro lo monta  Corzo, reciclando las pancartas de su “club de Amigos”. Al lado va Ciro montado en su pony, lo trajo especialmente para esta cabalgata, se lo regalo Uribe cuando la reelección.

Entre el desorden, intentan colar a un caballo bien ñoño, de la costa, pero ninguno por ahora le para bolas al asunto, de todas formas nadie quiere que llegue otro caballo a cagar más a Ocaña.

Los campesinos del Catatumbo llegan con sus yeguas y machete, pero Nadim  les impide la entrada y los expulsa “efectivamente” con el ESMAD.

El 99% de los participantes, exhiben carteles de Uribe y exclaman la llegada del Salvador, entre trago y trago le cuentan unos cuantos votos, van 3 millones Alvarito!

El personero, va recogiendo las cagadas y las echa en la bolsa de la basura, mientras tanto otra vez relincha el burro, Corzo le apura el paso, necesita rápido los votos de Ocaña.

Diomar organizó todo, puso a sonar el vallenato y les estratifico el concierto. A los congresistas y alcaldes los puso en la gramilla para que no dejaran de comer y al resto los mandó pa’ las gradas bien lejos, ese lujo es pa’ unos cuantos.

A las 6 de la tarde ya todo acabó, y como es costumbre, a Ocaña la han dejado vuelta caca.

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