Mal de Salud. (Publicando originalmente en la Revista Mi Otro Planeta)
Ocaña, Mayo de 2014"la Organización Mundial de la Salud dice que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social"
Pocos hemos entendido la sistemática crisis que afronta el sistema de Salud Colombiano. Cada año los titulares de prensa nos aterrorizan con el colapso inminente de los servicios de seguridad social, pero una varita mágica de repente lo arregla todo: se cambian las personas, se lucha contra la corrupción de aquellas, y sin embargo, el modelo de prestación del servicio se deja incólume.
El sistema de seguridad social en Colombia es una estructura que define la Salud como un negocio y no como un derecho, de modo que, aunque nuestra constitución sea firme en declararla como un derecho fundamental, la ley que la orienta dice que ese derecho es susceptible de administración privada.
En Ocaña, las evidentes fallas de atención oportuna y de calidad están más que demostradas por algunos medios de comunicación, la creciente demanda de servicios de Salud está agotando la capacidad operativa del hospital de la provincia. En días pasados se declaró Alerta Amarilla pues la situación pone al descubierto un déficit para la atención de urgencias o servicios inmediatos por la creciente demanda en traumatología.
Lo anterior demuestra, utilizando la introducción de este artículo, no solo un estancamiento estructural en la oferta de Salud, si no un panorama oscuro para la Salud mental y social de la población y en especial de los jóvenes en la ciudad.
Veamos, según las cifras nacionales, la segunda causa de muertes en el país son los accidentes de tránsito, se calculan al menos 5.600 muertes anuales y un intervalo promedio de muerte cada 85 minutos. Aunque, son las ciudades importantes quienes aportan la mayor cantidad de hechos fatales, Ocaña no queda atrás en la dimensión problemática que representan los bajos niveles de Salud mental y social que no son exclusivas de las enfermedades cognitivas, neurológicas o cerebrales.
El alto índice de accidentalidad “es uno de los factores que más influye (en el déficit), pues mensualmente se atienden 200 personas” Dice el gerente del Hospital de Ocaña a LaOpinión, y expone que se ha convertido en una olla a presión que puede estallar en cualquier momento. Hoy según las cifras atienden en promedio a 219 personas diarias en diferentes situaciones.
De modo que, entre un sistema de seguridad social corrupto en su paradoja estructural y un Estado que permite que sus jóvenes cada vez desarrollen enfermedades relacionadas con el desequilibrio y la falta de sentido de supervivencia, la Salud de los Colombianos empeorará hasta que pongamos un alto en el camino: hay una sociedad mentalmente enferma que requiere curación con prevención, y hay otra que por azares de la naturaleza, requiere curación con seguridad y calidad. Si no enfocamos los esfuerzos a la prevención, seguiremos mal de salud.
El sistema de seguridad social en Colombia es una estructura que define la Salud como un negocio y no como un derecho, de modo que, aunque nuestra constitución sea firme en declararla como un derecho fundamental, la ley que la orienta dice que ese derecho es susceptible de administración privada.
En Ocaña, las evidentes fallas de atención oportuna y de calidad están más que demostradas por algunos medios de comunicación, la creciente demanda de servicios de Salud está agotando la capacidad operativa del hospital de la provincia. En días pasados se declaró Alerta Amarilla pues la situación pone al descubierto un déficit para la atención de urgencias o servicios inmediatos por la creciente demanda en traumatología.
Lo anterior demuestra, utilizando la introducción de este artículo, no solo un estancamiento estructural en la oferta de Salud, si no un panorama oscuro para la Salud mental y social de la población y en especial de los jóvenes en la ciudad.
Veamos, según las cifras nacionales, la segunda causa de muertes en el país son los accidentes de tránsito, se calculan al menos 5.600 muertes anuales y un intervalo promedio de muerte cada 85 minutos. Aunque, son las ciudades importantes quienes aportan la mayor cantidad de hechos fatales, Ocaña no queda atrás en la dimensión problemática que representan los bajos niveles de Salud mental y social que no son exclusivas de las enfermedades cognitivas, neurológicas o cerebrales.
El alto índice de accidentalidad “es uno de los factores que más influye (en el déficit), pues mensualmente se atienden 200 personas” Dice el gerente del Hospital de Ocaña a LaOpinión, y expone que se ha convertido en una olla a presión que puede estallar en cualquier momento. Hoy según las cifras atienden en promedio a 219 personas diarias en diferentes situaciones.
De modo que, entre un sistema de seguridad social corrupto en su paradoja estructural y un Estado que permite que sus jóvenes cada vez desarrollen enfermedades relacionadas con el desequilibrio y la falta de sentido de supervivencia, la Salud de los Colombianos empeorará hasta que pongamos un alto en el camino: hay una sociedad mentalmente enferma que requiere curación con prevención, y hay otra que por azares de la naturaleza, requiere curación con seguridad y calidad. Si no enfocamos los esfuerzos a la prevención, seguiremos mal de salud.
M. Alejandro Lemus Mejía
Administrador
Público Territorial
CorpoCEIS Colombia.
Aso-Escritores
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